martes, 24 de mayo de 2016

Un verso a mi tierra.

Un verso a mi tierra donde los compases de la música 
no desconocen a nadie,
donde los arboles caminan entre calles empedradas 
y los nombres ya  descansan sobre el pavimento.
Mi tierra donde el perdón del cielo jamás llego,
donde el cielo queda cerca de los pies 
y las nubes van por debajo del alma.
Un verso a mi tierra infinita,
que tiene su fin hasta donde yo muera.
Un rió de cadenas que me  liberan de la fatiga
pero miradas que me devuelven a tus andares.


Mi tierra oscura como el grano del café,
mi verso  a la tierra que me vio venir
mi verso que en silencio olvide.

Un verso que con la alborada se va
un verso de gente que ya no está
 y que algún día volverá.
De gente que en la misma tierra esta.
Verso a mi tierra  que algún día sus jornales fueron desvelos,
una tierra que sobre el oeste su sombra proyecta,
que  en sus rincones guarda amores,
amores de noche y romances de luna.