No hay nada, he empezado ya a ordenar los destrozos de la marea,
las nueces verdes empiezan a brotar de los arboles,
las montañas doradas se han secado y nada queda de ellas.
Cada fotografía que un día fue tan clara ahora nada es.
Las galerías del Benidorm han cerrado,
los cafés del barrio desaparecieron y el aroma ya no llega más.
El bar de casillas su fachada mejoro.
El tiempo de ordenar nos alcanzo.
Jamás creí que daría fin a la nada
jamás imagine que el vacío con mas vacío se llenaba.
Casaos.
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